domingo, 18 de marzo de 2012

Menos comerse la cabeza, y más los labios

Todos hablan del amor, todos están desesperados buscando a quien querer y a alguien que los quiera. ¿Por qué tanto apuro? Creo que las cosas llegan cuando tienen que llegar. Mientras tanto, le llaman amor a esos besos de sábado en sábado, a esas charlas incoherentes después de haberse tomado hasta la última gota de alcohol de la botella, a esos histeriqueos que terminan en roces. Eso no es amor. Es simular amor. Pasando el momento, puede ser que lo disfrutes, pero cuando todo eso termina te quedas vacío. Y el vacío duele. Y la mayoría lo volvemos a llenar con más de este "amor" del que todos consumimos.